miércoles, 5 de abril de 2017

Entrenar en invierno y la enchilada

Foto de Yo También Corro en Tijuana

Después de haber corrido mi primer medio maratón el siguiente reto fue la enchilada, una carrera que sale desde el CREA en la zona rio de Tijuana y la meta es en el malecón de playas de Tijuana, subiendo por la avenida internacional. Es una subida larga, desde que supe de la carrera se me antojaba poder lograrlo, así que ese se convirtió en el siguiente reto.

Algo difícil de la carrera, además de la ruta, es que se realiza en enero. En invierno es más difícil levantarse temprano a entrenar. Además de que diciembre es un mes de mucho comer y desveladas. A inicios de Enero pensé que debía entrenar porque si no no iba a aguantar. me sentía pesado al correr, sin ganas de llegar lejos. Unos meses antes cuando entrenaba en la mañana quería llegar cada vez más lejos, me gustaba pensar que al otro día iba a entrenar y podría lograr llegar hasta donde no había llegado; pero en invierno me daba mucha flojera llegar lejos y me sentía pesado, cansado y que no me estaba divirtiendo. Incluso después de ir corriendo ya uno o dos kilómetros sentía el deseo de regresarme a dormir mejor.

Necesitaba entrenar en subidas, así que empecé a correr por una ruta alterna a la de siempre, por donde pasaba por unas subidas con mucha pendiente. No sabía bien si eran las subidas o el invierno; pero me daban muchas ganas de caminarlas nomas y de irme a dormir. De cualquier forma llegue a salir algunas veces a entrenar en la mañana.

Un día antes de la carrera la enchilada, hubo una carrera de 5 Km, fue la primera del año. Fuimos mi esposa y yo a correrla, recuerdo que llegamos los dos muy cansados a la meta. Se notaba que no traíamos la misma condición física del año pasado. Me preocupé porque al otro día correría la enchilada.

El día de la enchilada, el plan era salir despacio, cuidar que la respiración estuviera calmada todo el camino y con eso irme tanteando y aguantar la subida. Después de la subida vería como andaba para ver si le metía algo de velocidad. Hubo mucha gente, tanta que aunque hubiera querido ir más rápido no se podia, no dejaban rebasar. Fue fácil seguir el plan y tratar de disfrutar el recorrido sin preocuparme por llegar rápido. Sirvió que no iba solo, todo el camino iba platicando con mi compadre. Pensando en que esa subidita no sería problema.

Al llegar a la internacional, empezó a haber más espacio para rebasar y aunque sí pasamos a varias personas no aceleramos mucho. Una vez que inició la subida el ir pensando positivo y darme cuenta que lo estaba logrando me animó a no parar en todo el recorrido. Ya de bajada solo fue dejarse ir con la viada. Fue una bonita experiencia no tener que caminar en la enchilada, sobre todo porque debido a los entrenamientos anteriores a la carrera dudaba que pudiera lograrlo. Al final sí se pudo y lo disfruté.


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